Quizás la razón más grande que hay para explicar el desencanto que existe por parte de las personas hacia la religión, es que la Iglesia sigue centrada en preservar el pasado y no aceptar que el mundo ha cambiado.
Además de esto, los escándalos que han envuelto a las figuras que deberían ser sinónimo de pureza han hecho que muchos se cuestionen si las enseñanzas que han escuchado toda su vida son realmente ciertas.
Un ejemplo muy bueno para entender esto es que, si decides rezar por que una apuesta deportiva se te dé, lo más probable es que seas criticado y hasta te sientas mal por hacerlo. ¡Pero la verdad es que no hay ningún problema con esto!
¿No nos crees? Exploremos este tema.
La gente reza por toda clase de cosas
Toda persona religiosa cree que hay algo más en nuestro universo, algo (o alguien) que puede alterar absolutamente todos los aspectos de nuestra vida, desde la salud y el amor, hasta las finanzas personales.
Por lo tanto, cualquier persona tiene la potestad de rezar por cualquier cosa que quiera:
- Por la salud de una persona querida.
- Por no ser despedido de su puesto de trabajo.
- Por la paz mundial.
- Por que su equipo de fútbol gane un partido.
¡Seguro que el último punto te habrá dejado un mal gusto en la boca! Pero es la verdad, si prestas atención en el estadio verás que hay cientos, sino miles, de personas con los ojos cerrados, dedos cruzados y hablando en voz baja. ¿Qué más podría ser?
Esta no es una razón para avergonzarse, sin embargo, ya que las pasiones de cada individuo son diferentes; además, el único que puede pasar juicio por sobre las demás personas es el Señor, ni siquiera el Santo Expedito.
Los deportes alegran la vida de millones
De una forma u otra, los deportes han existido desde que los seres humanos tenemos uso de razón, ya que estas actividades son perfectas para crear vínculos entre grupos y, además, mantenerse saludables.
Hay millones de deportistas en todo el mundo, desde los atletas que compiten al más alto nivel, hasta aquellos que simplemente salen a caminar un poco después del trabajo para evitar ganar esos kilos demás.
Por lo tanto, resultado increíblemente injusto pretender que estas personas dejen de lado su fe al practicar sus deportes preferidos; y es que, en realidad, debería tenerla más presente que nunca.
¿Por qué no pedir no sufrir lesiones? ¿Por qué no pedir que el campeonato se reanude después de una catástrofe? ¿Por qué no pedir por la salud de los jugadores que tanta alegría brindan al mundo?
Por supuesto, esto puede ir más allá si entramos al mundo de las apuestas deportivas.
Rezar y apostar al mismo tiempo
A pesar de que te pueda parecer mal, muchas de los millones de personas que apuestan todos los días suelen rezar para que el Señor, o un santo como Expedito, les de una mano para acertar su predicción. Una cosa es segura, dios no es necesario para encontrar los mejores lugares para apostar en linea !
¿Es esto malo? Depende a quién le preguntes, porque no faltará quien diga que se desea usar el poder de Dios para influir en algo tan banal como el resultado de un partido de fútbol o baloncesto, por ejemplo.
Sin embargo, no hay que perder algo de vista: para Dios todo lo que nosotros hacemos es banal ya que Él es todopoderoso. Por suerte, es benévolo y se interesa por cada detalle de su creación más bella.
Además, Dios se manifiesta en donde menos lo esperas, por lo que podría darle una lección a cualquier apostador a través de una derrota muy fuerte o una victoria casi imposible.
Son muchas las historias de personas que lo han perdido todo con un resultado que era casi imposible, mientras que otras han ganado lo necesario con este. ¿Quién somos nosotros para decir que Dios no tuvo algo que ver?